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16 de agosto | 2023
¿Cómo maximizar el aprendizaje de nuestros alumnos? La respuesta radica en construir sobre lo que ya saben. En este artículo, descubrirás 5 ideas efectivas para recuperar y potenciar los conocimientos previos de tus alumnos, identificando sus carencias y expectativas. Repásalas con atención y aplica aquellas estrategias que más te convengan porque pueden marcar la diferencia en su proceso educativo.
Ignorar el conocimiento previo de los estudiantes puede resultar en un aprendizaje agotador y difícil. Sin embargo, al activar y cimentar esa base sólida de conocimientos previos, estás creando una columna vertebral que les va a permitir adquirir otros nuevos así como conectar ideas y desarrollar un pensamiento más profundo y metacognitivo. Reconocer qué saben ya tus alumnos va a reportar, sin duda, muchos beneficios educativos para todos.
Sigue leyendo y potencia el aprendizaje de tus alumnos reconociendo así sus conocimientos previos.
Cuando hablamos de conocimientos previos, nos referimos no sólo a la cantidad de información sino también al ambiente educativo que los estudiantes poseen a la hora de aprender nuevas cosas. Cuando los estudiantes carecen de suficiente información previa, el aprendizaje se vuelve complicado, ya que deben construir un esquema desde cero en lugar de utilizar las bases existentes.
Por lo tanto, es beneficioso para el proceso de aprendizaje que los conocimientos previos sean precisos y consistentes con la nueva información. Cuantos más conocimientos previos posean los alumnos, mejor será el aprendizaje.
Activar el conocimiento previo es importante porque cada estudiante trae consigo creencias, experiencias e información sobre lo que han aprendido y cómo lo han hecho. Tomarse el tiempo para descubrir qué conocimientos poseen los alumnos y qué desconocen sobre un tema es un componente vital en la enseñanza y el aprendizaje.
Activar el conocimiento previo tiene muchos beneficios para los estudiantes. Permite, entre otras cosas, comparar y contrastar la información preexistente con la nueva así como conocer mejor y desarrollar los propios procesos de pensamiento. A partir de los conocimientos previos, se construirán nuevas ideas, hechos y conceptos, y es responsabilidad de los estudiantes determinar qué información se ajusta a lo que ya conocen.
Para los maestros, conocer los conocimientos previos de los estudiantes les permite detectar lagunas de conocimiento y conceptos erróneos, así como tomar conciencia de la diversidad de alumnos en el aula.
Aquí te presentamos 5 técnicas efectivas para activar ese conocimiento previo que posee cada estudiante:
1. Organizadores avanzados y gráficos
Los organizadores avanzados son herramientas visuales que ayudan a comprender mejor la información a los alumnos. Proporcionan una estructura de la lección que se enseña, permitiendo que los estudiantes conecten el conocimiento nuevo con el aprendizaje previo. Utilizar un organizador avanzado permite vincular información, resaltar la importancia de la nueva lección y recordar a los alumnos la información previa que tienen sobre el tema.
2. Lluvia de ideas alfabética
Es una forma rápida de activar los conocimientos previos. Esta técnica consiste en pedir a los estudiantes que piensen cualquier cosa sobre un tema en particular y que lo anoten en una tabla de lluvia de ideas con una celda para cada letra del alfabeto. Los estudiantes tienen 5 minutos para generar ideas iniciales y luego deben comparar sus listas en equipos pequeños explicando o definiendo sus términos. Si hubiera tiempo, los grupos pueden compartir sus asociaciones más notables con toda la clase.
3. La técnica K-W-L
Esta actividad (que recibe el nombre por sus iniciales en inglés) es muy común a la hora de identificar los conocimientos previos de los estudiantes. Simplemente, hazles estas preguntas:
• ¿Qué saben sobre un tema? (What I know about or what I think I know).
• ¿Qué quieren saber sobre el tema? (What I want to learn).
• Y finalmente, tras la lección, acabas con “¿qué aprendisteis sobre el tema? (What did I learn).
Haciendo esto te aseguras de conocer el aprendizaje previo, las expectativas de tus estudiantes y si cumpliste con tu cometido al brindar nueva información.
4. El puente
Esta técnica es ideal para el aprendizaje de aula invertida, donde los estudiantes estudian un material por su cuenta antes del análisis y las actividades en clase. El puente ayuda a que los estudiantes establezcan una transición entre el trabajo previo y la clase en sí, activando los conocimientos previos. Los estudiantes se preparan leyendo y estudiando contenido relacionado con el tema, y luego se les hace un pequeño examen antes de acudir al aula.
Ya en clase, se completan hojas de trabajo (en grupo o solitario) con preguntas de respuestas cortas o múltiples y actividades de 'llena el espacio' o 'verdadero o falso'. Así se ponen a prueba las definiciones y el entendimiento de conceptos. Finalmente, el maestro discute con los alumnos los resultados de los trabajos y aclara las ideas.
5. Mapas conceptuales
Los mapas conceptuales son una técnica sencilla y ampliamente utilizada para refrescar conocimientos previos. Al igual que los mapas mentales, presentan la información de manera visual y muestran las relaciones entre diferentes elementos.
Un mapa conceptual es una representación visual de una estructura que brinda una visión general. Muestra términos y conceptos esenciales, así como tópicos secundarios conectados mediante líneas que indican su relación con la idea principal y con otros elementos expuestos. Las ideas principales se colocan en el centro, con líneas que conectan términos específicos y ejemplos a esos puntos importantes.
Este tipo de diagrama facilita la integración de nueva información para estudiantes que poseen ya ciertos conocimientos previos. Los alumnos pueden utilizar esta técnica para presentar un tema y determinar cuánto saben sobre él. Esto les proporciona una visión más completa de lo que están trabajando en clase y les ofrece una base sólida para el nuevo contenido.
