Así puedes aumentar la conciencia fonológica en infantil

28 de marzo | 2023

Introducción

Podemos describir la conciencia fonológica como la capacidad de distinguir e identificar los sonidos en una palabra. Gracias a esta habilidad, un niño puede dividir las palabras en sílabas o sonidos (fonemas) y combinarlos para formar otras palabras. Desarrollar la conciencia fonológica desde muy pequeños aporta numerosos beneficios entre los que destaca la temprana adquisición de las habilidades de lectura y escritura.

La conciencia fonológica, por supuesto, se entrena. Los juegos sonoros han probado ser de gran utilidad para que los más pequeños desarrollen su capacidad de separar las palabras facilitando de gran manera que el niño sea capaz de leer desde muy pronto. En este artículo no sólo descubrirás los tipos de conciencia fonológica sino también 11 actividades para trabajar la conciencia fonológica en educación infantil.

Sigue leyendo y dota a tus hijos o alumnos con una clara conciencia de los sonidos mejorando de gran manera su capacidad de aprendizaje.

Índice de contenidos:

  1. ¿Qué es la conciencia fonológica?
  2. Tipos de conciencia fonológica
  3. Importancia de la conciencia fonológica
  4. ¿Cómo aumentar la conciencia fonológica?
 

¿Qué es la conciencia fonológica?

Aprender a leer no se empieza aprendiendo a pronunciar letras. Mucho antes, los niños ya se preparan para esto adquiriendo una habilidad llamada conciencia fonológica. De manera compleja, la conciencia fonológica se define como el poder de reflexionar conscientemente sobre el lenguaje para luego manipularlo. Es una habilidad pre-lectora que se encarga de la decodificación. 

De una forma más simple, podemos decir que la conciencia fonológica se refiere al reconocimiento de sonidos y su uso posterior. Esto permitirá que el infante cumpla con funciones como escoger palabras que riman, reconocer la repetición de sonidos y contar el número de sílabas que tiene una palabra. 

Según estudios, el 25% de los niños que no han recibido instrucción fonológica directa, carecen de habilidades para aprender a leer. Por eso, la conciencia fonológica se trabaja en las aulas de kinder y preescolar, e incluso, en primer grado, porque es cuando los niños son capaces de comprender que el lenguaje puede “dividirse” en sílabas.

 

Tipos de conciencia fonológica

La conciencia fonológica se divide en dos: silábica y fonémica. Se empieza a desarrollar a los 3 años de edad y su complejidad aumenta según crecen los niños.

La conciencia silábica corresponde a la habilidad para reflexionar y manipular las sílabas de una palabra e inclye

Segmentación silábica: Capacidad de separar en sílabas y contar la cantidad de sílabas de cada palabra. 

Reconocimiento de sílabas: Identificación de las sílabas inicial, media y final. 

Manipulación silábica: Habilidad de agregar, juntar y quitar sílabas para formar nuevas palabras. 

Por su parte, la conciencia fonémica es aquella a través de la cual se  reflexionan y manipulan los fonemas (sonidos de las letras) de las palabras. Gracias a ella, el infante descubre que una simple letra puede cambiar el contexto, por ejemplo, una “s” transforma una palabra de singular a plural.

Aquí incluimos:

Reconocimiento de sonidos vocálicos: identificar la vocal inicial de cada palabra, la del medio y la final.

Reconocimiento de sonidos consonánticos: Se refiere a identificar qué consonantes tiene una palabra al inicio y al final.  

Manipulación fonémica: Nos permite agregar, quitar y juntar sonidos para formar nuevas palabras. 

Análisis y síntesis fonémica: Habilidad de formar una palabra a partir de sus sonidos.

 

Importancia de la conciencia fonológica

Varios estudios han demostrado una relación directa entre el desarrollo de la conciencia fonológica y el aprender a leer y escribir, algo sumamente importante en un mundo con 773 millones de adultos que carecen de dichas habilidades, según la UNESCO. 

Las escuelas de preescolar y de kínder incluyen actividades didácticas diarias para el desarrollo de esta habilidad y para que el niño, poco a poco, sea capaz de crear sus propias rimas y separar las palabras en sílabas.

 

¿Cómo aumentar la conciencia fonológica?

Aunque la mayoría de los niños adquiere la conciencia fonológica de forma natural, existen estrategias para desarrollar la mencionada habilidad. A continuación, te mencionamos algunas:

El juego de escuchar: A escuchar también se aprende. Pídele a tu hijo que se siente en un lugar en completo silencio durante varios minutos. Incluso, puedes pedirle que cierre los ojos. Al finalizar, pregúntale qué escuchó. Cada ruido cuenta.

Veo, veo: ¿Recuerdas el popular juego “veo veo”? Iba así: “veo veo, ¿qué ves?, una cosita, y, ¿qué cosita es?, empieza por la (letra en cuestión)". Jugar al “Veo, Veo” ayudará a que los niños identifiquen las palabras que empiezan por una letra en particular y así fomentar su conciencia fonológica.

Fichas con dibujos: Puedes comprarlas o hacerlas tú mismo en casa. Se trata de tarjetas que relacionan palabras con dibujos. Por ejemplo, la letra “A” va a acompañada del dibujo de un “Avión”. Los niños irán reconociendo imágenes, letras y sonidos, les entretendrá y mejorará su memoria visual.

Lectura en voz alta: Léele a tu hijo, pero hazlo con la debida entonación. Cambia de tono, ritmo, crea voces… estimularán su escucha activa y despertarás su interés. Puedes leerle un cuento antes de dormir, siempre dirigiendo tu atención hacia el pequeño, haciendo énfasis en rimas y diálogos. Las rimas son excelentes para que los niños conozcan la riqueza de las palabras.

A rimar se ha dicho: Y hablando de rimas, estas son unas de las más utilizadas para crear conciencia fonológica en los niños. Busca rimas consonantes (palabras que finalicen con las mismas letras) para facilitar su aprendizaje. Son excelentes para aprender vocales ya que generan interés y atención en los niños y además no dudarán en repetirlas fuera del aula.  Busca canciones con rima, pues no hay niño que se niegue a aprender y repetir una canción divertida. 

¡Con ritmo!: Usa palmadas para enseñar a tu hijo las sílabas que conforman cada palabra. Para cada palabra, pronuncia sílaba tras sílaba, siempre dando palmadas en cada una. También funciona zapatear o saltar. 

Jugando a las onomatopeyas: Puedes jugar en familia: siéntense en un círculo con el niño en el centro y los ojos vendados o cerrados. Alguien debe levantarse, detenerse en un lugar y hacer el sonido de algún animal. El pequeño deberá señalar dónde está la persona y a qué animal corresponde el sonido. Este juego servirá para que el niño mejore su agudeza auditiva y concentración.

Encuentra una palabra extraña: Dile una frase a tu pequeño con una palabra que esté de más. Por ejemplo: “Vivimos en una casa cabello naranja”. Tu niño deberá identificar que “cabello” no tiene cabida en la oración. 

Legos silábicos: Cada pieza de LEGO corresponde a una sílaba de una palabra. Únelos. Muéstrale a tu hijo la “palabra completa” y luego divide en sílabas, separando cada pieza. Es una forma más visual de separar en sílabas.

Canciones infantiles: ¡Hay un millar! Busca en Internet con especial interés en aquellas que tengan rimas consonantes. A los niños les encantará repetir las canciones.

La serpiente hambrienta: Puede ser cualquier otro animal. Solo necesitas un títere llamativo (puedes hacerlo junto a tus hijos), recorta palabras, sílabas y letras en papel y échalas al suelo. Dile a tus niños que alimenten a la serpiente, pero con una particularidad: solo come palabras que comiencen con una letra que tú escojas.

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