Índice de contenidos:
30 de agosto | 2023
Como docentes, todos deseamos conseguir una clase exitosa, es decir, un lugar donde donde los estudiantes aprendan y se sientan motivados. El manejo inadecuado del aula puede acarrear consecuencias perjudiciales tanto para los estudiantes como para los maestros. Encuentra en este post 9 errores frecuentes de control en el aula que pueden obstaculizar un adecuado proceso educativo.
Los errores de gestión en clase pueden afectar la motivación y el rendimiento académico de tus estudiantes mientras reciben mensajes equivocados sobre disciplina y esfuerzo. Además, como maestros, podemos sentirnos frustrados y perder el control de la clase. Debes establecer reglas y consecuencias desde el principio para construir un ambiente de estudio positivo y eficaz.
Evita estos errores de gestión del aula y crea así un entorno de aprendizaje exitoso para tus alumnos.
Saber cómo controlar la clase es de vital importancia para crear un entorno de aprendizaje efectivo. Está comprobado que los niños tienen dificultades para aprender cuando se distraen con comportamientos inapropiados. En realidad, sí aprenden, pero extraen lecciones equivocadas. Si los alumnos observan una mala gestión del aula puede indicar que no se toman en serio ciertos temas y que la disciplina y el esfuerzo no son necesarios.
Además, si no hay consecuencias, no aprenderán a controlar su comportamiento. Por tanto, es fundamental aprender a manejar la clase mediante rutinas, reglas y consecuencias que deben ser comunicadas claramente y justas para todos. Los estudiantes de una clase bien gestionada no temen ser humillados por sus maestros y comprenden las consecuencias de romper las reglas.
A continuación, se presentan los 9 errores más comunes que debes evitar a toda costa si deseas mantener el control en el aula:
1. Demasiadas evaluaciones
Organizar muchas evaluaciones es un error común entre maestros principiantes. Impide a los alumnos que den lo mejor de sí mismos en cada actividad asignada, ya que se concentran sólo en la próxima evaluación. Además, debes considerar la cantidad de exámenes que tendrás que corregir y el tiempo que esto implicará.
2. Demasiadas estrategias
Intentar desarrollar demasiadas estrategias en clase (Pinterest o portales educativos, entre otras muchas) puede resultar en una sobreestimulación de los estudiantes por exceso de información. Enfócate en una estrategia por cada contenido, asegurándote de que sea sencilla, comprensible, visualmente atractiva y fácil de llevar a cabo.
3. Faltarle el respeto a tus alumnos
La actitud del maestro influye en gran medida en lo que aprenden los estudiantes. Evita actuar con indiferencia o mostrar hostilidad, ya que esto generará rechazo por parte de los alumnos. No hagas comentarios sarcásticos sobre sus habilidades, inteligencia o ética de trabajo, y nunca menosprecies sus preguntas o respuestas. Prepara tus clases con anticipación, evita cancelarlas y respeta el tiempo de tus estudiantes.
4. Intentar ser amigo de tus estudiantes
Existe una diferencia entre ser amigable y cercano con tus estudiantes, y tratar de ser su amigo. Si te conviertes en "amigo", tus palabras no tendrán el impacto deseado cuando necesites mostrar autoridad y podrían ser ignoradas por los estudiantes.
5. No establecer límites
Es importante establecer límites desde el inicio del año escolar y actuar con firmeza. Esto te permitirá relajarte con el tiempo y considerar cuándo es apropiado flexibilizar los límites. Es mucho más fácil mantener el control de tu clase desde el principio que intentar recuperarlo más adelante.
6. Tener altas expectativas
No esperes que tus clases sean perfectas como en las películas. Habrá días en los que las cosas no salgan como esperabas y tendrás mucho trabajo por hacer. Recuerda que estás allí para enseñar y ayudar a que los estudiantes aprendan, no para buscar la perfección.
7. Aferrarse a estrategias que no funcionan
Si has intentado una estrategia de aprendizaje y no obtuviste la atención de tus alumnos, olvídala. No pierdas tiempo valioso tratando de hacer que funcione si no resulta efectiva.
8. Dejar pasar las cosas pequeñas
Presta atención a todos los detalles, incluso a los negativos. Si pasas por alto las pequeñas cosas, en poco tiempo te enfrentarás a un gran problema. Los estudiantes observan y prueban los límites, así que no les permitas cruzarlos. Aborda las situaciones desde el principio y señala lo que está mal. Tus palabras tienen valor y tus estudiantes deben entenderlo.
9. Enseñar únicamente con palabras
A menudo se dan problemas en el aula porque los estudiantes no entienden lo que se les pide. Esto sucede especialmente cuando los maestros se limitan a dar instrucciones verbales en lugar de utilizar recursos visuales. Trabaja en tu comunicación y utiliza todos los recursos posibles para llegar a la mente de tus alumnos. Explica, pregunta y muestra siempre lo que quieres decir. Recuerda que somos seres visuales, así que aprovéchalo.
