5 razones para no poner fotos de tus hijos en Internet

14 de abril | 2023

Introducción

No nos engañemos. Hay muchos riesgos en compartir fotos e imágenes de tus hijos en las redes sociales e Internet. Los más evidentes: robos de identidad, fraudes, ciberacoso o exposición a pedófilos, entre otros que te explicamos en este artículo. La 'huella digital' de niños y adolescentes que queda en Internet se amplia año a año y tenemos que ser muy conscientes de todos sus peligros.

Esta práctica del 'sharenting' u 'oversharing' (la sobreexposición de los niños en redes y el hecho de que los padres compartan contenido sensible de sus hijos en Internet) representa un gran riesgo de seguridad para los más pequeños. Mucho más si pensamos que es un fenómeno relativamente nuevo y todavía no somos completamente conscientes de todos sus efectos.

Sé consciente de los peligros de compartir imágenes infantiles en redes y aprende a proteger a tus hijos.

Índice de contenidos:

  1. 1.- Se viola su derecho a la privacidad
  2. 2.- Se expone el niño a peligros innecesarios
  3. 3. Se puede perder el control del material
  4. 4.- Crear una falsa percepción de la realidad
  5. 5.- Motivamos la adicción a las redes sociales y los móviles
 

1.- Se viola su derecho a la privacidad

En España no hay una ley que prohíbe publicar fotos de niños; sin embargo, sí existe un marco legal que protege el derecho de todas las personas a la intimidad; y eso incluye a los menores de edad. Así es que la primera razón para que no publiques fotos de tus pequeños en línea es la violación de sus derechos fundamentales.

Para empezar, se puede mencionar el artículo 18 de la Constitución, que habla de la intimidad personal, el secreto de las comunicaciones y la potestad del Estado para limitar el uso de la informática. Por otra parte, la Carta Magna establece en su artículo 39 un sistema de protección integral de los hijos y la familia, en el ámbito social, económico y jurídico. 

Con eso ya se responde en parte a la pregunta ¿Por qué no debemos subir fotos de nuestros niños en redes sociales? No obstante, también existen los derechos digitales reflejados en la Ley Orgánica 3/2018, que garantiza la protección de tus datos. En especial, el artículo 92 en el que se expresa tal responsabilidad a aquellas instituciones que desarrollen actividades con niños.

Es recomendable que tanto el grupo familiar como profesores sean plenamente conscientes de los aspectos relacionados a la privacidad en redes sociales (RRSS), el uso correcto de las TICs, etc. Deben tener clara la información que se comparte y el acceso que otros pueden tener a ellas. Además de aspectos más técnicos como los filtros de búsqueda, las limitaciones y desactivar opciones como la ubicación.

 

2.- Se expone el niño a peligros innecesarios

Escucha al consejo de que no publiques fotos de tus hijos, lamentablemente hay muchos peligros online para los que no estamos preparados y ellos mucho menos. Los enfermos sexuales y los delincuentes digitales abundan en Internet, y aunque lo hagas con buena intención al publicar una foto de tu bebé puedes exponerlos a ellos.

Las fotos dejan de pertenecernos al ponerlas en la web, así que cuida los detalles como la desnudez, datos geográficos o señales que delaten su rutina. De manera inocente puedes atraer a personas equivocadas y hacerlos sensibles a ciberacoso, grooming, sexting, chantajes, extorsión y cualquier tipo de acoso.

Los padres, en su mayoría, no detectan que sus hijos están siendo víctimas de alguno de estos delitos a tiempo. Y si sumado a la publicación de imágenes, fotos o vídeos, les creas perfiles, procura auditarlos cada cierto tiempo y conocer a cada uno de los usuarios con los que pudiera tener contacto.

 

3. Se puede perder el control del material

La advertencia de “no publiques fotos de tus hijos en Facebook” o en cualquier otra plataforma es seria. Al subir la foto, pierdes el control de ella. En otras palabras, cualquier otra persona puede copiar o guardar la imagen o contenido y utilizarla para los fines que desee. Pese a que el mundo cada día está más interconectado, las consecuencias de subir fotos a las redes sociales no siempre son buenas.

Es conocido que la viralización no siempre es en buenos términos. A menos que las fotos sean con fines monetizables y en un contexto profesional, no compartas material sin antes evaluar lo perjudicial que puede llegar a ser. Abundan los perfiles falsos, la usurpación de identidad y las fake news, ¿te imaginas a tu hijo o hija envueltos en una de estas prácticas?

Incluso a ti, porque con los metadatos de tus fotos se puede descubrir hasta qué dispositivo usaste para tomarla. Si te topas con algún hacker, no será necesaria una gran investigación para localizar a tu niño y todo lo que le rodea.

 

4.- Crear una falsa percepción de la realidad

Muchas veces pueden sentir que estar en la red es más seguro que la vida real. En el caso de niños más grandes, inclusive adolescentes, se debe vigilar sus conductas y que, además, estos espacios sean seguros para ellos. Es cierto, no todo es malo y eso también deben saberlo pero si tienen que permanecer alerta en todo momento.

En definitiva, publicar todos los momentos de la vida de tu hijo es un mal hábito. Así que como padres aleja a tu hijo de las cámaras y las redes; y mejor acércalos a los juegos, la interacción social, el contacto con la naturaleza y la exploración de su entorno. El tener todo en la palma de sus manos tiene sus ventajas, así que enséñales a usar los dispositivos electrónicos correctamente.

Ahora bien, al público también se le puede generar una sensación errónea de lo que es tu vida. Para nadie es un secreto que lo que se publica en redes sociales son momentos para alardear. Piensa que el resto del mundo puede llegar a creer lo que no es; por ejemplo que abundan los lujos o una felicidad exagerada.

 

5.- Motivamos la adicción a las redes sociales y los móviles

Queda fuera de discusión el gran error que significa utilizar los dispositivos móviles para entretener a nuestros hijos desde una edad temprana. Como padres podemos ser los culpables de convertirlos en adictos a Internet, retraídos y asociales. Sobre todo, cuando los utilizamos para que consigan allí lo que debemos ofrecerles nosotros, atención.

Peor aún es que busquen detrás de las pantallas un amor virtual o consejos que solo los padres tienen. Si les enseñamos a que se tomen fotos y las compartan estaremos encaminándolos, y a la vez validando, que es correcto difundir su vida personal por estos canales de comunicación.

Más aún si sus “ejemplos a seguir” ya poseen estas conductas. Recordemos que los pequeños copian lo que ven. Es decir, si los adultos que están a su alrededor se dedican solo hacerse selfies y a retratar todos sus momentos para luego subirlos a la red, ellos pensarán que es correcto y querrán hacerlo.

No permitas que tus hijos hereden ese comportamiento en la red. Corrige sus acciones y presta total atención a las publicaciones, mucho más si son fotos con otros niños.

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