¿Cumples tu papel en la educación digital de tus hijos?

11 de noviembre | 2022

Introducción

Es una situación que observamos continuamente a nuestro alrededor: niños y adolescentes que hacen uso de sus móviles durante la comida, con la familia sentada a la mesa. ¿Deberíamos permitírselo? Los padres deben ser conscientes de los peligros del uso extensivo de Internet y las tecnologías de la información en todos los ámbitos (escuela, hogar u ocio) y establecer un control parental para una sana y adecuada educación digital.

¿Qué riesgos acarrea el uso excesivo de estos dispositivos? Un estudio de la OMS los enumera: aislamiento, sobrepeso, trastornos del sueño, hiperestimulación, problemas visuales, calambres y dolores en las muñecas, entre otros. Para evitarlos, debes controlar la seguridad de tus hijos en Internet y aquí te dejamos una serie de recomendaciones al respecto.

Descubre aquí si tus alumnos o hijos sufren de adicción digital y evítales potenciales trastornos educativos.

Índice de contenidos:

  1. ¿Qué cambió en la educación?
  2. La educación digital en tiempos de pandemia
  3. Cómo manejar la seguridad de los hijos en Internet
  4. Riesgos de pasar mucho tiempo con un dispositivo
  5. Cómo saber si existe una adicción a los dispositivos móviles
 

¿Qué cambió en la educación?

Gracias al auge de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se han eliminado las barreras de espacio / tiempo, la educación es más didáctica y, además, el papel de los padres en la educación digital de sus hijos ha evolucionado. Ahora los padres comparten el trabajo del maestro para guiar y supervisar a los niños. 

Mientras que antes, los padres solo debían ver que el cuaderno estuviera limpio, ordenado y se hicieran las tareas, ahora se le suma la responsabilidad de vigilar el adecuado uso del ordenador o dispositivos móviles, el acertado manejo de las herramientas TIC, la seguridad en Internet, la interacción con otras personas en la web e incluso la vigilancia de cuentas cuando tus niños se han dado de alta en redes sociales.

Si bien la educación digital ha optimizado el acceso a la información e incentiva el aprendizaje colaborativo, también es cierto que puede ser un peligro si no se siguen estándares de protección; donde padres o familia en general cumplen un rol de cuidadores, enseñan los valores morales independientemente de lo que se diga en Internet y son garantes de la seguridad virtual.

 

La educación digital en tiempos de pandemia

Con la pandemia cambió el papel de los padres en la educación digital de sus hijos. Pasaron a ser coach, los principales motivadores y supervisores de que, aún sin asistir al aula, los niños puedan continuar su proceso educativo. Ahora los padres también son agentes, junto a los maestros, de su educación y deben garantizar el espacio, el tiempo y el apoyo necesario para que se dé la formación adecuadamente.

Estar al frente de la educación digital no es tarea fácil. De hecho, observamos casos en que algunos de los padres tuvieron que abandonar su trabajo por dedicarse a este nuevo papel. Se necesita establecer reglas, tomando en cuenta que tener la escuela en casa no exime a tus niños de sus responsabilidades escolares.

Te damos algunas recomendaciones para que el proceso en modalidad virtual sea más eficaz: 

Establece horarios: Debes puntualizar un horario dedicado exclusivamente al proceso educativo con tiempos de inicio, fin, estudio por asignatura e incluso recreo; podrías hablar con el maestro para que te asesore en cuanto a la dinámica que se cumplía en el aula.  

Dedica un espacio para la escuela en casa: Designa un lugar tranquilo, con buena luz y clima, donde pueda tener acceso a Internet y sus recursos a mano (lápices, colores, libros, pega, etc). No es conveniente estar en un lugar donde existan distracciones para tu niño, como juguetes o mascotas.

Mantén una comunicación directa y constante con el maestro: Aunque te hayas convertido en coach de tu hijo, el docente es quien conoce el proceso formativo. Trabajen de la mano y recuerda que todos están viviendo una experiencia nueva. 

Prioriza el cumplimiento de asignaciones que indicó el maestro: Debes trabajar en sintonía con el docente en esta nueva era de educación digital y a distancia, de manera que es prioridad que tu hijo cumpla las tareas.

Dale importancia al orden y la responsabilidad: Tu niño debe comprender que es importante mantener su espacio de estudio y cuadernos limpios, ordenados, ser puntual, hacer las tareas, presentarlas en el momento indicado, estar atento, no jugar con el ordenador.

Supervisa el progreso: No se trata de que le hagas las tareas, sino de que lo guíes, lo apoyes, evalúes el rendimiento, supervises lo que hace para detectar sus puntos débiles y fortalezas. Junto al maestro sabrán qué y cómo reforzar.

Motiva su curiosidad y creatividad: Como padre también debes ser capaz de enseñar cosas nuevas, divertidas, que motiven su curiosidad y creatividad. Por ejemplo, así como en la escuela salen al patio para ver los árboles e identificar cómo se hace el proceso de fotosíntesis, en casa también puedes ingeniarte la manera de enseñarle con actividades dinámicas.

 

Cómo manejar la seguridad de los hijos en Internet

Ante esta nueva realidad de educación digital, sobre todo en tiempos de pandemia, se han incrementado varios riesgos que podrían poner en peligro la seguridad de los hijos. ¿Qué debes hacer como padre o representante?

En primer lugar debes saber cuáles son los sitios con mayor y menor peligro para tus hijos, lo que te dará una idea de qué páginas regular o bloquear.

Haz uso de herramientas de control parental o configuraciones manuales para bloquear el acceso a páginas de riesgo.

Verifica siempre el historial de búsqueda para saber los sitios que visitan. 

Si es un niño y maneja cuentas en redes sociales, tú debes ser su manager, vigilar a quién sigue y quiénes lo siguen, que no coloque información personal.

A medida que va creciendo tu hijo, enséñale que su seguridad depende en parte de con quién interactúe y de no aceptar invitaciones de desconocidos.

Indícales que no deben colgar ninguna información personal ni dar indicios sobre su rutina, ya sea en el perfil o en los mensajes que emiten, pues esto podría ayudar a cualquier depredador a encontrarlos físicamente. 

Explícales el gran peligro de enviar vídeos o fotos a un extraño.

Sobre todo hazles saber que como padre estás allí para ayudarles pase lo que pase, ante cualquier situación y sin importar lo que otra persona pueda decirles en la web. 

Formarlos como críticos y reflexivos ante el contenido de Internet, es una ardua tarea que implica supervisión, paciencia, constancia y establecer vínculos de confianza.

 

Riesgos de pasar mucho tiempo con un dispositivo

No solo han cambiado los patrones de estudio sino el tiempo que el niño/joven pasa frente a los dispositivos móviles, los cuales usa para hacer sus tareas, comunicarse con sus amigos o jugar. De allí la importancia de los padres para establecer horarios y limitaciones de tiempo, lo cual es otra parte de la educación digital. 

Los riesgos de pasar muchas horas online parecieran inofensivos a simple vista; sin embargo, hay impactos serios en el organismo que especifica la Organización Mundial de la Salud (OMS), tales como:

Sobrepeso: El no hacer actividad física por estar metido en el teléfono genera obesidad: un tercio de la población adolescente (entre 13 y 15 años) a nivel mundial presenta sobrepeso. 

Calambres en manos, muñecas, brazos, codos, hombros: Todo ello debido a inflamación o lesiones por mantener la misma posición y repetición de movimientos durante períodos prolongados.

Trastornos del sueño: El interés por estar en Internet y lo que ello representa hace que los niños o jóvenes pierdan el impulso de dormir, el cual es vital para las funciones cerebrales. Además de generarse trastornos del sueño se produce irritabilidad, dolores de cabeza, falta de concentración en los estudios.

Aislamiento: Debido a que encuentran en Internet un mundo alternativo, no desarrollan sus capacidades de socialización con otras personas, lo cual los aísla.

Hiperestimulación: El descontrolado uso de dispositivos en menores de 2 años causa un impacto muy negativo, que tiene que ver con su desarrollo neurológico, sobrestimulación sensorial y episodios de ansiedad.

Problemas visuales: La exposición constante y por períodos prolongados trae como consecuencia enfermedades como miopía o astigmatismo.

 

Cómo saber si existe una adicción a los dispositivos móviles

El Instituto Europeo de Salud y Bienestar reseña en una de sus investigaciones recientes que existe un uso patológico de los dispositivos móviles, cuyo nombre es nomofobia y no es más que miedo a quedarse sin el teléfono. También existen otras condiciones como la textaphrenia, la sensación de que ha llegado un mensaje cuando en realidad no, o las vibraciones fantasmas que es la sensación de alertas inexistentes. 

En dicho estudio revelan que el uso de los dispositivos alcanza su cúspide durante la adolescencia y los más propensos a la adicción son aquellos jóvenes que poseen problemas de autoestima, depresión o ansiedad.

Como padre puedes ver ciertos síntomas que denotan un apego excesivo:

Cada vez es mayor el tiempo que el joven pasa con el móvil.

Hay irritabilidad y ansiedad cuando no pueden tener acceso al teléfono. 

Su uso impide que el adolescente cumpla con las responsabilidades escolares, con los horarios o tareas de la casa.

Tu hijo pasa más tiempo con el teléfono que con los miembros de la familia.

Se despierta varias veces en la noche para ver el móvil. 

En cuanto a los niños, puedes notar que dejan de disfrutar actividades que usualmente les encantaban, como explorar al aire libre o pintar; pierden el interés de interactuar con otros pequeños ya que prefieren jugar en pantalla; son capaces de mentir para ocultar que tomaron el dispositivo sin permiso; no quieren ir a dormir; lloran o hacen pataletas si les quitas el teléfono.

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