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13 de mayo | 2022
Puede pasar que los reclutadores no te contraten si saben que estás embarazada o, incluso, si piensas quedarte encinta en un futuro próximo. Recuerda, que, según el Estatuto de los Trabajadores, un empresario no puede discriminar a sus candidatos (ni por sus relaciones personales ni por su ideología) por lo que no debería hacer este tipo de preguntas en una entrevista. Si lo hace, tienes derecho a no contestar ya que es una pregunta discriminatoria.
El hecho de estar encinta no debe suponer un freno a tus oportunidades laborales. Actúa como si no estuvieras embarazada y cree en tus cualidades profesionales. Si estás en un momento avanzado de la selección y se habla de disponibilidad, no está de más mencionarlo. No le dés mucha importancia y resalta tu motivación y tus capacidades como profesional. Además, te recordamos tus derechos laborales si estás encinta.
Sí, pero no siempre es tan simple como parece o como se quisiera. De hecho, muchos empresarios niegan a una mujer una oportunidad de trabajo justo por esta razón. Los patrones tienen motivos para evitar contratar a este tipo de trabajadoras. Una de ellas es evitar complicaciones de salud tanto para la madre como para el hijo.
Generalmente, los espacios de trabajo pudieran tornarse excesivamente extenuantes y estresantes. Esto propiciaría la alteración de la mujer, lo que afectaría significativamente el desarrollo de su bebé.
¿Es difícil para una mujer encontrar trabajo mientras está embarazada? La verdad es que sí, aunque los niveles de igualdad son cada vez mayores si los comparamos con años atrás. Aún así, muchos empresarios asocian el embarazo a bajo rendimiento y poca rentabilidad.
Es importante también considerar los riesgos presentes en determinados puestos de trabajo. Esto hace que hallar un empleo durante el embarazo se haga más cuesta arriba. El nivel de peligrosidad aumenta considerablemente cuando las jornadas se realizan por turnos. Si una mujer embarazada es contratada bajo este esquema, las implicaciones legales para el empresario podrían ser terribles.
Por esta misma razón y por el hecho de estar obligados a conceder bajas para el cuidado de su bebé, la empresa podría pensárselo dos veces antes de contratar una mujer encinta. Aun cuando el camino sea difícil, tiene todo el derecho de ser contratada. Las razones son múltiples: crecimiento en el ámbito personal, superación profesional, reconocimiento económico o recompensa emocional.
¿Estás embarazada y quieres trabajar? Pon atención a los siguientes 5 consejos para encontrar trabajo sin que tu estado te lo ponga más difícil.
1. Nunca niegues que estás embarazada
La revista Forbes sugiere a las candidatas no ocultar a sus reclutadores que están próximas a tener a un bebé. Mentir podría costarte el puesto más adelante por lo que es importante ser honesta sobre tu estado actual. Aún así, es importante que sepas que no estás obligada por ley a contestar esta pregunta.
2. Muestra seguridad de que puedes con el cargo
Definitivamente, no se está completamente incapacitada para realizar cierto tipo de labores durante el embarazo. Al menos que el trabajo implique cargar objetos pesados o ejercer demasiado esfuerzo, una mujer encinta tiene todas las aptitudes para desempeñar perfectamente sus funciones laborales. Es importante mostrar una actitud positiva frente al reclutador de empleo, demostrando que sí puedes con la responsabilidad.
3. Trabajo desde casa
El teletrabajo se ha convertido en una excelente alternativa. Es mucho más económica y garantiza mejores resultados. Por lo mismo, podrías pedir a tus posibles jefes ejecutar tus funciones desde casa. Lo único que vas a necesitar sería un ordenador con conexión a Internet. Por supuesto que será necesario acudir a la empresa cada cierto tiempo si resulta necesario. Pero esto no es una gran barrera.
4. Mayor claridad con la empresa
Universia recomienda hablar con claridad con los representantes de la empresa. Si ya informaste sobre tu estado, lo más sensato es notificar cuáles son los planes a medio y largo plazo. Explica con claridad y detalle que si eres elegida para el cargo, de igual forma te tomarás una baja por maternidad. Aun cuando lo digas sin mayor rodeo, la empresa sabrá que es un derecho que por ley te corresponde.
También es importante notificar que no es tu intención desconocer tus deberes pero que tampoco echarás a un lado los derechos que como trabajadora embarazada te corresponden.
5. Sé responsable contigo misma
Pero lo más importante aquí es que seas responsable al momento de escoger el empleo indicado. Analiza qué clase de tareas puedes desempeñar y qué cargas de trabajo puedes soportar. Evalúa si estás en la capacidad de trabajar y de cuidar a un bebé casi al mismo tiempo, sin enfrentarte a enormes dificultades.
Si te quedas embarazada después de haber sido contratada, recuerda que tienes los siguientes derechos:
1. Baja de maternidad
Después de dar a luz, la mujer tiene derecho a descansar algunas semanas. Estos días de baja también le servirán para adaptarse a su hijo. De hecho, se trata de uno de los derechos más notables establecidos en la legislación laboral.
2. Tareas adaptadas a su situación y formación
Una mujer embarazada tiene derecho a permanecer en su puesto de trabajo si no implica ningún riesgo para su integridad. Pero si las funciones que ejecutan ponen en peligro su salud y la de su bebé, debe ser reubicada. Lo que la empresa no puede hacer es rebajarla ni profesional ni económicamente.
3. Los despidos por embarazo no están permitidos
No hay excusa alguna para que el empresario termine la relación laboral con una mujer en estado. De hacerlo, las implicaciones legales podrían ser catastróficas.
4. Permisos para acudir a los controles prenatales
Las consultas prenatales son indispensables para conocer el estado de salud de la madre y el bebé. Por lo tanto, el empresario no puede negar a una trabajadora embarazada permisos para asistir a citas médicas regulares. Estas faltas son justificadas y no tienen por qué ser motivo de descuento de salario.
Muchas veces nos hacemos esta pregunta. Y la respuesta es un rotundo NO. El patrón no puede tratarte de forma diferente si estás embarazada. Tampoco puede negar ascensos o promociones u obligar a la trabajadora a permanecer en casa, si su estado no lo exige. Pero si es un empleo de riesgo, el empleador está obligado a cambiarte de puesto, sin que repercuta en el salario ni en otros beneficios.
El embarazo será considerado como una discapacidad de forma temporal. Por lo mismo, puede conservar los beneficios contractuales, aun si permanece de baja.
