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06 de febrero | 2023
Este término, sin duda, se ha puesto de moda. Aun así, hay muchas personas que todavía desconocen con exactitud qué es inteligencia emocional y por qué es importante desarrollarla desde temprana edad.
Por inteligencia emocional se entiende el cúmulo de habilidades adquiridas por una persona desde el momento en el que nace y que desarrolla a lo largo del tiempo. Pero también, se cree que estas cualidades propias de las emociones se van aprendiendo a lo largo de la vida.
Está claramente relacionada a la empatía, autocontrol, motivación, manejo de emociones y entusiasmo. La inteligencia emocional es esencialmente útil para mejorar el rendimiento y la productividad pero es también importante en el desarrollo de otras habilidades importantísimas para la vida diaria como las interpersonales, intrapersonales, manejo del estrés, adaptabilidad y estado de ánimo.
Si incentivas la inteligencia emocional en tus hijos:
- Darán mayor énfasis a las emociones: Cuando se desarrolla la inteligencia emocional es mucho más fácil analizar los sentimientos y emociones. No se limitan únicamente a las sensaciones.
- No reprimirán emociones: Se trata de pequeñas personas con un nivel elevado de honestidad pues son capaces de expresar lo que sienten de forma clara y oportuna.
- Van a colocar sus acciones en una balanza: Cada una de sus acciones van enfocadas a aquellas cosas que en realidad pueden solucionar.
- Verán que nada es personal: Si un niño es capaz de gestionar la inteligencia emocional, podrá analizar los aspectos negativos de una situación y sacarle el máximo provecho cuando sea adulto.
- Desarrollarán empatía: Es una forma de mejorar la relación con otras personas. Cuando se trabaja en la inteligencia emocional, se es capaz de entender los sentimientos y emociones de otra persona.
- Tendrán una motivación constante: Logran emocionarse con cada uno de sus logros. Además, no se quedan estancados en asuntos pasados. Por lo general, buscan nuevas emociones en nuevas experiencias.
¿Quieres incentivar a tus hijos a desarrollar la inteligencia emocional? Entendemos tus deseos de que despierten cualquier habilidad que los haga mejores personas. Por eso, te contamos sobre 7 recursos importantes para impulsar esta cualidad.
1. Historias y cuentos
Es indispensable para niños desde los 6 años. La intención es que lean cuentos e historias cargadas de emociones. Después del relato, pregúntales qué sintieron los personajes ante un hecho específico y cómo se hubiesen sentido ellos en su posición.
2. Juegos comunitarios
Los juegos cooperativos les ayudarán a encajar en un grupo en particular que los harán sentir importantes. Pero también, les enseñarán a trabajar en equipo por un bien en común. Las habilidades de socialización desarrolladas en este tipo de actividades les permitirán mejorar sus emociones.
3. Juegos en el espejo
También se le conoce como el juego del reconocimiento facial. Permite al niño hacer un reconocimiento propio por medio de dibujos o fotografías; por lo tanto, identificar cuál es su estado de ánimo.
Si esta actividad la ejecutas en mayores de 6 años, puedes avanzar un poco más y hacer que se pregunte “cómo se está sintiendo”. El próximo paso es pedirle que imite la forma de la cara de la imagen y que responda “que se está sintiendo igual que el retrato en un momento determinado”.
4. Aplicaciones móviles
¿Quieres cumplir con tu objetivo y hacer que desarrollen la inteligencia emocional de forma efectiva? Pues utiliza las aplicaciones móviles diseñadas para tal fin. Por supuesto, debes hacerlo de manera sumamente controlada.
5. Diálogo
Puedes generar una especie de asamblea en la que se imponga el diálogo como herramienta de comunicación. Si escuchas atentamente al pequeño, le estarás generando mayor confianza, pero también le estás enseñando a desarrollar un espíritu grupal.
6. Empatía desde pequeños
Es importante enseñarles desde muy pequeño sobre los sentimientos de los demás. Pero es más importante aún hablarles sobre la necesidad de entender las emociones del prójimo.
7. No los dejes solos cuando sientan miedo
No dejes que reprima sus miedos; al contrario, haz que hablen de ellos sin cortapisas para que identifiquen sus temores y trabajen para superarlos.
Si quieres, cuéntales alguna experiencia de cuando tuviste mucho miedo y qué hiciste para solventarlo. También puedes hacer algún dibujo o cuento relacionado con sus temores pero de una forma jocosa. De esa manera, los niños podrán verlo de una manera distinta.
La Federación para la Defensa de Escuelas Particulares (FEDEP) habla de la importancia de impulsar la inteligencia emocional desde muy pequeños. Se entiende que el pequeño está en constante aprendizaje; por lo tanto, está sometido a innumerables retos que debe atender de forma positiva. Si no tiene las herramientas necesarias, será mucho más difícil encontrar soluciones.
FEDP asegura que cuando las emociones están perfectamente controladas, los menores de edad podrán afrontar cualquier adversidad de modo asertivo. Pero lo más importante es que disminuyen de forma considerable los niveles de frustración. Eso no es todo, ya que esta cualidad contribuye a conocer aún más las emociones, por lo que podrá expresarlas sin ningún inconveniente.
Un niño que sea capaz de incentivar y desarrollar la inteligencia emocional es capaz de establecer una comunicación mucho más asertiva, no tendrá tantos berrinches, impulsará la resiliencia, tomará mejores decisiones y disminuirá su comportamiento destructivo.
Si desde niño no se logra gestionar las emociones correctamente, se pueden presentarse estos problemas:
- Berrinches: Las rabietas pueden ser muy comunes en aquellos niños sin capacidad para gestionar su ira. Se trata de niños que por lo general hacen pataletas para conseguir lo que quieren.
- Contestaciones inadecuadas: Puede contestar de manera inadecuada, pero también incurre en la agresión y violencia.
- Desmotivación constante: Si las emociones no son controladas de manera efectiva, el pequeño podrá sentirse desmotivado a aprender.
- Pocas relaciones sociales: Cuando no existe inteligencia emocional, habrá mucha dificultad para establecer relaciones con otras personas.
