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29 de marzo | 2023
Encontrar trabajo exige emprender una serie de acciones que casan muy poco con quedarse en casa y esperar a que te contesten los currículos que vas enviando. Es necesario adoptar una actitud positiva, lo que muchos llaman proactividad. Es decir, tomar el control de forma activa para hacer que sucedan cosas superando todo tipo de dificultades a través de acciones programadas y creativas.
Como trabajador, eres proactivo si te gustan los retos y sabes adelantarte a los cambios con métodos e ideas creativas. Como demandante de empleo, puedes utilizar esta proactividad para tomar el control en tu búsqueda de empleo, de forma organizada, sabiendo lo que buscas y organizándote hacia ese propósito. Descubre aquí si eres proactivo y 4 consejos para desarrollar de forma equilibrada la búsqueda de trabajo.
Hazte responsable de tu situación, desarrolla tu proactividad y encuentra el empleo que estás buscando.
Se entiende como proactividad a la actitud o conducta que un individuo asume con la finalidad de provocar mejoras dentro de la organización. Este término va más allá de tomar la iniciativa, se refiere al comprometerse con responsabilidad para lograr el objetivo. También precisa la toma de decisiones acertadas marcando la pauta a seguir por el resto de los compañeros.
Son muchos los beneficios de ser proactivo: logras diferenciarte del resto del grupo y serás más notorio a la hora de algún ascenso u otro reconocimiento. Por otro lado, esta cualidad es de las más valoradas dentro de las empresas, ya que se relaciona a la eficiencia y, por tanto, con el éxito en el ámbito laboral.
Esta cualidad debe comenzar a cultivarse desde la etapa estudiantil de forma que la persona aprenda a actuar de manera organizada. Sobre todo, si el individuo pretende llegar a ser un gran líder.
Para ser proactivo y buscar trabajo efectivamente, lo primero que se debe tomar en cuenta es que no se puede esperar a que las cosas sucedan por sí solas. Por el contrario, se ejecutan ciertas tareas de forma coordinada sin percatarse de las quejas o pensamientos negativos que puedan existir. Más bien, se plantean soluciones permanentes y se fomenta la confianza en uno mismo, en los talentos y dones propios.
Cuando eres proactivo potencias la concentración, mantienes el enfoque y estás atento a los problemas para resolverlos asertivamente. Por tanto, reconoce el momento que estás viviendo y estudia el contexto: familia, pareja, hijos, planes, presente y futuro. Estas particularidades serán el mejor impulso para encontrar empleo.
No olvides ser paciente y cauteloso, la proactividad no significa actuar sin pensar. Aunque implique el estar permanentemente activo, se debe evaluar el entorno antes de ejecutar. La calidad del trabajo es muy importante, no esperes más y empodérate, ese puesto que deseas será tuyo en poco tiempo.
Ahora bien, no te conformes con enviar tu curriculum vitae por correo electrónico. Basta de sentarse a esperar a que te llamen tras dejar el CV en la recepción de alguna compañía. Dentro de las acciones proactivas para lograr el equilibrio mientras buscas trabajo, la principal es aprovechar todos los canales que estén abiertos y con los que puedas lograr esa meta.
1. Planifica tu tiempo
La creación de un plan de trabajo diario por al menos 90 días, en el que dividas tu tiempo entre hacer llamadas, enviar e-mails, visitar empresas, mejorar tus habilidades, entre otras actividades. La recomendación es dedicar el tiempo necesario a cada cosa, analiza todo lo que implican e inmediatamente inclúyela en la agenda.
Establece el horario que dedicarás a cada cosa, considerando tus descansos. Cabe destacar que este será tu empleo antes de comenzar a trabajar, por lo que ocho horas al día es suficiente. Establece los plazos que quieres cumplir e incluso puedes utilizar aplicaciones de calendario para organizarte, con recordatorios y notificaciones.
2. No postergues las decisiones
Este consejo se relaciona también con la administración del tiempo. En muchas ocasiones una oferta nos gusta más que otra, así que alargamos el tiempo de espera para la llamada de la entrevista. Así, retrasamos el avance hasta la siguiente postulación mucho más tiempo del que nos podemos permitir.
La proactividad en la búsqueda laboral también nos puede poner a decidir entre una posibilidad u otra, dos entrevistas a la misma hora, etc. Las decisiones deben ser oportunas o no estarías actuando como proactivo. No te quedes atascado, recuerda que se trata de resolver las situaciones que te impidan conseguir el objetivo.
3. Actualiza las redes sociales
Una de las estrategias para la búsqueda de empleo es mantener actualizadas las redes sociales laborales, personales, blogs y todos los canales que tengas en línea. Son realmente eficaces para encontrar el cargo que deseas por lo que debes encargarte de que tus perfiles contengan información que aporte.
Al mismo tiempo, debes estar atento a las vacantes que se publican en estos sitios. La mayoría de las corporaciones más importantes utilizan la vía online como la principal modalidad de reclutamiento. Ha demostrado ser tan efectivo como la gestión de contactos profesionales, así que no la descartes.
4. Invierte en mejorar tus capacidades
Asegúrate de continuar aprendiendo, mantén tus conocimientos actualizados, de forma que seas competencia para los demás candidatos. Dedica parte de tu planificación al intercambio de conocimientos con otros colegas. Las personas con las que compartes profesión pueden ayudarte a encontrar empleo, por medio de la recomendación y las referencias.
Estar desempleado es el momento ideal para matricularte en algún área o perfeccionar algún idioma extranjero. Abre tu mente y si te es difícil encontrar una oportunidad en tu área, prueba a formarte en nuevos oficios o en las carreras más demandadas en la actualidad.
Hay ciertos hábitos que ayudan a definir si eres un trabajador proactivo o no. Descubre con estas claves si reúnes las características necesarias. De lo contrario, comienza a ponerlas en práctica, verás cómo comienzas a sentir el cambio y empiezan a llegar las nuevas propuestas de trabajo. Además, reconocerás el resto de los beneficios que te traerá como profesional.
Uno de los ejemplos de proactividad más comunes es la autoevaluación. Reconoce las habilidades que debes mejorar, define tus preferencias y cuál es el camino que quieres seguir. Igualmente, mantente motivado, con pensamientos positivos constantes, recompensa tus logros y tus esfuerzos.
¿Eres capaz de detectar situaciones sensibles antes de que ocurran y de presentar propuestas eficaces para solucionarlas? ¿Te consideras competente para avanzar dentro una empresa basándote en tu rendimiento profesional? ¿Puedes mejorar la gestión de tus horarios y dedicar más tiempo a tu vida personal?
Si a las preguntas anteriores respondiste que sí, eres proactivo. Si no fue así, desarrolla esta cualidad para mayores éxitos en el ámbito laboral.
